Día 2 Conferencia General
El segundo día se abrió ante nosotras como un umbral de esperanza: las provincias Blessed Sacrament y Visitation compartieron con hondura la vida que las habita, sus desafíos, su misión, el modo en que cada hermana, con calidad y profundidad, aporta al tejido de sus diversos ministerios y la justicia social. Me conmovió ver cómo la certeza de la compañía de Dios sostiene su camino de oración y acción en el aporte de cada comité y equipo de trabajo.
En la fidelidad a quienes somos descubrimos la riqueza que nos anima y nos impulsa a poner nuestros dones al servicio de toda la Congregación. Esa doble corriente de contemplación y compromiso palpita como un río que fecunda la tierra común que pisamos.
Al mirar juntas este recorrido, sentí que el Jardinero divino — ese Dios sembrador — nos invita a detenernos, reconocer el surco ya arado y sembrar con valentía en la porción que se nos confía. “Comparo esta comunidad con una parcela del gran jardín de la Iglesia…”, nos recuerda Santa Margarita Bourgeoys; en esa parcela, cada región y provincia siembra sus propias semillas, pero el cuidado y la cosecha nos pertenecen a todas. Ser nosotras mismas, unir nuestros dones y nuestro corazón al gran corazón de Dios, es la invitación que brota hoy para que la vida florezca allí donde el Espíritu la sueña.
Caminemos con esperanza, sembrando juntas desde el corazón de Dios, para que la justicia y el amor den fruto abundante.
Claudia Margarita Juárez
Región Nuestra Señora de Guadalupe