Foro CND 28 de Agosto
Este día 28 de agosto, vamos avanzando, poniendo siempre en manos del Señor cada jornada, así que animadas por la oración que nos compartieron nuestras hermanas y personas asociadas de la región Nuestra Señora de los apósteles, al compas del tambor y el pandero elevamos esa plegaria a este buen Dios que nos sigue acompañando, y en los pasos de Margarita Bourgeoys poder decir, aquí estoy Señor para hacer tu voluntad.
La señora Maika Sondarjee, una mujer empoderada, migrante venida de Madagascar y viviendo ahora en Canadá una persona con opciones muy definidas nos habló desde el corazón comenzando con unas anécdotas en las que ella ha sido testigo como las relaciones de poder de manera consciente e inconsciente en el sistema que se vive hay tantas desigualdades de las que cada una debe ser responsable como las está reproduciendo. Concretamente enfocando el tema: sobre “Racismo, privilegio blanco y relaciones Norte-Sur”.
Nos llevó por diferentes escenarios donde históricamente los países o potencias han estado y siguen estando por encima de los otros, países que se llaman “desarrollados” que han robado las riquezas de otros países durante generaciones.
Cuando hablamos de descolonizar necesitamos pensar que también queremos ser menos racistas, por lo tanto, es necesario descolonizar el pensamiento. De tal manera que, así como existen las desigualdades, podemos hacer las cosas de distinta manera. Uno de los elementos importantes es reconocer la existencia del racismo sistémico, no es algo individual, si no colectivo, a quien van los privilegios, hacia quién van y como se acumulan.
Al hablar de descolonización ella le nombra con tres significados de la siguiente manera:
Descolonización formal, descolonización del poder y descolonización del espíritu. Nos ha dicho que lo que se necesita para descolonizar este mundo es incluir a personas de diversas razas y experiencias en nuestras organizaciones, y crear un ambiente donde puedan sentirse cómodos. También nos decía que la descolonización empieza por apoyar abiertamente la lucha de nuestros pueblos, que empiezan así por descolonizarse.
Y en todo esto uno de los elementos básicamente importantes está en reconocer la existencia del racismo sistémico, pero no para lamentarnos, si no al contrario posicionarnos.
Además, es importante y necesario tomar en cuenta nuestras narraciones, por lo tanto, cuidar nuestro lenguaje que muchas veces puede estar cargado de expresiones racistas. Un ejemplo concreto podría citarse aquí: “Los indios que vienen de la montaña, o quizás esa expresión que nos parece peculiar: “Trabajar como negro, y comer como blanco”.
Ella también nos alentaba a que podamos dar pasos de recuperar nuestra verdadera humanidad, debemos dejar de adoptar una visión polarizada de la civilización como no civilizada y descolonizar desde el corazón.
Seguidamente escuchamos al señor Aly Ndiaye nació y creció en el distrito de Limoilou de la ciudad de Quebec. Su padre es senegalés y su madre es de Quebec. Siempre ha estado orgulloso de sus orígenes y se describe a sí mismo como un SénéQueb.
Él nos habló del “Contrato racial” de Charles W Mills donde la supremacía blanca y las instituciones políticas han creado el mundo moderno. ha dejado de manifestó que nos han vendido bastante bien esta idea de un “contrato racial”, donde los blancos en nombre de la libertad, la igualdad y la solidaridad, hacen a su antojo contratos de explotación, con personas no blancas lo que ha permitido dar rienda suelta la esclavitud y al capitalismo desmedido. Por eso decimos como Pablo Freire: “Un pueblo educado es un pueblo libre” pero en esta dinámica no interesa eso porque lo que predomina es entender que los no blancos son ignorantes, y es así como se diseña la educación y eso hasta el día de hoy predomina en nuestras sociedades, manifestado a través de miles de acciones, que se repiten a través de la historia. Por eso Aly Ndiaye nos dice en su exposición que la forma en que se crea la sociedad en función del color de la piel sigue repitiéndose hasta la fecha.
Durante la merecida pausa, continuamos las conversaciones de modo informal pero siempre a la luz de lo que el espíritu nos sigue guiando en esta sala, cada una puede vertir sus impresiones lo que la jornada va dejando de manera que se va haciendo camino al andar.
Los diferentes talleres que se han tomado en esta sala van concatenados de tal manera que uno no se aleja del otro, el padre Melo por su lado continuó con su ponencia y reflexión “Vivir y sentir desde la periferia”, La señora Amel Zaazaa sobre el racismo sistémico y la hermana Benigne Kangaj, OSU con la temática sobre: “La historia colonial y su legado”.
Pasamos a la sesión plenaria de la gran sala donde logramos tener algunas síntesis de lo expuesto. No olvidando que la historia del mundo ha sido redactada desde la perspectiva del conquistador, por lo tanto, estamos llamadas a reescribir esta historia.
Quienes nos conquistaron no sólo se apoderaron de bienes, riquezas y más si no que nos heredaron idiomas, valores de los conquistadores quitándonos de algún modo la identidad propia, y es ahí donde debemos empezar a reconstruir y trabajar para que juntos podamos hacer cambios significativos puesto que durante siglos, en todo el mundo, la historia colonial se ha manifestado de forma similar, por las mismas razones: la búsqueda de poder y riqueza; el deseo de dominar y esclavizar a otros pueblos basándose en jerarquías raciales; y el deseo de imponer la propia visión del mundo y de la vida. Por ejemplo: el caso de los indígenas de América y la división y colonización de África. Nuestra historia compartida incluye un legado de opresores y de víctimas. Es nuestra responsabilidad común conocer esta historia para comprender nuestra parte de responsabilidad en el siglo actual. Esto nos permitirá encontrar una manera de escapar de este sentimiento eterno de victimización o de culpabilidad, de ser descendientes de un colonizador o de un colonizado, de un opresor o de un oprimido. Durante mucho tiempo, nos robaron nuestra historia. No podíamos contarla tal y como la conocimos. Nuestra historia ha sido contada por otras personas, desde su punto de vista. Hoy es urgente que nos hagamos cargo de nuestra historia personal. Es responsabilidad de todos los que la hemos heredado.
Finalmente después de esta gran jornada la Señora Jeanne Marie Rugira nos hizo relectura de ubicarnos en que día nos encontramos y vamos ya por el cuarto día parece simbólico pero debemos ser conscientes que a medida avanzamos debemos ir poniendo bases comunes , que nos permita ver que es urgente hablar de los asuntos que nos atañen a todas, de que manera cada una, nosotras, la comunidad local, la región, la provincia, sigue reproduciendo estos sistemas que no nos llevará a ningún puerto seguro, plantearme personalmente cómo es que estoy luchando para no reproducirlos. Nos recordó que la CND somos mujeres sólidas que han trabajado por reconstruir la sociedad, eso es sumamente importante para mantener una mirada critica y no vivir en el pasado, si no poner nuestra atención sobre la emancipación y ver el futuro.
Al caer la tarde nos despedimos con una linda oración dirigida por nuestras hermanas y personas Asociadas de Nuestra Señora de los apóstoles. Nos fuimos a la cena, y después hay sesiones preparadas por el comité de transformación donde se intercambiaron reflexiones que se han venido haciendo desde hace rato y que ahora se hace oportuno retomar con las temáticas que se están abordando, un compartir ameno al aire libre para disfrutar la comida elaborada desde la cultura de los pueblos indígenas de Canadá.