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Con Él, renacer de otra manera

Renacer de otra manera es asumir mi vida bautismal durante la próxima Cuaresma. Es tomar el bastón del caminante durante cuarenta días y seguir a Cristo viviendo a su manera. Es avanzar, tras Él, con gran esperanza. Es regocijarme con él de las gracias que Dios me concede. Es vislumbrar la alegría de la Pascua que se avecina.

Denise Lamarche, CND


Renacer para mí: Cuando Jesús vienen a mí, Él me devuelve la vida en el silencio de la fe y cuando mi AMEN me señala lo que Él quiere, mi vacío se llena y renazco.

Monique Dubuc, CND


Lo que esto me evoca

– el nuevo nacimiento del que habla Jesús a Nicodemo en Jn 3,3-8: es el consentimiento a los llamados de la gracia del Señor, quien transforma nuestra vida humana según la carne, en vida según el Espíritu.

– Gálatas 2, 19-21: «y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Todo lo que vivo en lo humano…».

– y especialmente el magnífico pasaje de Fil 3,7-14: «y olvidando lo que dejé atrás…»

Michelle Lamoureux, CND


Para renacer en Dios de otra manera se me imponen estas siguientes dos citas que me habitan en la cotidianidad:

«Hazte capacidad y yo me haré torrente.» (Jesús a Catalina de Siena)

«Si eres lo que debes ser, prenderás fuego al mundo entero». (Catalina de Siena)

Llevando regularmente estas palabras en mi corazón, Dios hace crecer cada vez más su Amor en mi ser. Amor hacia Él, el Dios Trino y Uno, y hacia toda la humanidad.

Louise Lemieux, CND


Renacer hace surgir al niño de nuestra alma. Los latidos profundos que hemos olvidado, pero que Dios nos ha dado desde toda la eternidad. «La noche de Navidad nació y se quedó con nosotros».

Renacer de otra forma evoca: la esperanza, el deseo de seguir adelante, más allá en el amor a Dios y al prójimo.

Renacer de otra evoca: vivir mejor – vivir en abundancia para estimular la vida recibida en la fe de nuestro bautismo.

Renacer evoca: el llamado a dar incondicionalmente, gratuitamente, siguiendo a Cristo que se dio hasta entregarse en la Cruz.

Renacer evoca: un movimiento de amor, confianza y abandono que debe cultivarse incluso en el proceso de envejecimiento. «Es dejándonos amar que nos volvemos capaces de amar más». (Papa Francisco)

Renacer de otra manera: nuestra vida debe ser eucarística, es decir, una vida de acción de gracias. (André Beauchamp)

Renacer de otra manera hace tomar conciencia de que la vida que pasa está destinada a ser fructífera y fecunda en el proceso de envejecimiento al aceptar los límites de una vida cotidiana a veces banal y aburrida y de la ofrenda de sí misma tal como soy.

Renacer de otra manera: atreverse a ir más allá para humanizar nuestras relaciones y dejarnos transformar (Orientación 2021-2026).

Esta es mi humilde contribución,

Pierrette Laforest, CND


Al tomar conciencia de la presencia del Señor en nosotras mismos, en los demás, en los acontecimientos, le permitimos vivir en nosotras lo que quiere ser y hacer. Intentamos dar testimonio de su Amor Resucitado con nuestros ojos, nuestras palabras y nuestros gestos de bondad, tolerancia y compasión con todos, pero especialmente con los pobres, los enfermos, los migrantes y con quienes se han alejado de Dios…

Es también vivir los cambios tan exigentes con una actitud de acogida, de confianza y de esperanza. «Con él, renacer de otra forma» solo se puede conseguir con el soplo del Espíritu Santo, en silencio, saboreando la presencia de Dios, la Palabra de Dios y la oración. Todo esto nos lleva a cambiar nuestro comportamiento para que todos puedan descubrir el amor de Dios por cada persona y renacer de forma diferente, con Él.

Gilberte Bussière, CND


Tomar el tiempo para mirar en lo más profundo de mi interior los llamados que vienen del Señor y responder a ellos con la alegría de sentirme una hija cada vez más amada por el Padre desde mi bautismo y de vivir en la confianza.

Annette Courtemanche, CND


Al leer esta frase, me vinieron a la mente las palabras que coronan la Eucaristía: «Por Él, con Él y en Él». Con Él ofrezco mis sufrimientos y mi confinamiento con la esperanza de que un día llegue a su final. Con gratitud, aprecio el consuelo y la alegría que recibo. Con esperanza ofrezco mis oraciones por todo lo que sucede en el mundo: la violencia, la locura, etc.; ¿se entiende la verdadera libertad? A través de Él, la paz y la justicia pondrán fin a todas estas desgracias. Podremos renacer de otra manera con la fuerza del Señor y una fe creciente. Todo es Gracia.

Marie-Laure Simon, CND


Estoy «recomenzando». Un nuevo comienzo como si no hubiera habido nada antes. Retomo el camino dejando todo atrás. Casi olvido el pasado. Me lanzo hacia delante, me sumerjo, pero sin ningún plan. Confío en Él (Trinidad: Padre misericordioso; Jesús que me ama y sufrió por mí; Espíritu que me conforta y guía). Con Él, esto es posible, todo es posible. Me inclino por la «Vida». Es la muerte la que vendrá. También es «renacer» para mí. Esta nueva vida se está preparando. Con Él, siempre, cada día, me ayuda y quiero vivirla en mis relaciones con Él, conmigo misma y con los demás, a través de la oración y con la mayor sencillez posible, como la Madre Bourgeoys la vivió durante los últimos años de su vida.

Andrée Thibault, CND


«Levantarme cada día y servir por amor como Él». Cada mañana, con Él, renacer a la luz, a la confianza, a la esperanza, a la compasión, a la gratitud. «Cada uno es esperado en el lugar donde está, cada uno es contratado según sus posibilidades, para construir el tiempo en una casa de eternidad». (Francine Carrillo)

Claire Bouchard, CND


Vivir de otra manera, con mayor sabiduría y un espíritu más relajado, abrirse a una nueva forma de ver las cosas. El papa nos recuerda que la fe es un encuentro con Jesús y que debemos hacer lo que hizo Jesús: «encontrar al otro». ¿No sería La verdadera conversión la de la conversación: conversar con el Señor en la oración?

Gisèle Doyon, CND


El papa Benedicto XVl afirma que «la fe es una profunda amistad con Jesucristo». En mi gran deseo de vivir mi alianza con Él, soy consciente de mi vulnerabilidad, siempre presente en mí. En un mensaje del papa Francisco, aprendí recientemente que «las fragilidades son el lugar teológico del encuentro con el Señor». Lo que creo percibir y lo que agradezco es la fidelidad del Señor al hacernos renacer instantáneamente en su amistad. ¡Qué tema tan inspirador para la Cuaresma de 2022!

Denise Malo, CND


Para mí, significa poder ver la vida de otra manera, tener más tiempo para rezar y reflexionar. Visitar a nuestras hermanas enfermas, ser buenas con todos aquellos que trabajan para nosotras. Esforzarse por ver a Dios en las personas: todos somos sus hijos.

Yvette Johnson, CND


Con Él… Dejarme envolver por el misterio del Dios-Trinidad… Y permitirle realizar en mí su proyecto de amor y de verdad.

Marcelle Leclerc, CND