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Conferencia General, primer día

Estimadas hermanas y personas asociadas,

Que la paz y la alegría estén con ustedes. La Conferencia General ha comenzado muy bien. Después de saludarnos y desearnos lo mejor para el año nuevo, pedimos a Cristo que sea nuestra luz antes de compartir lo que ha dado energía o ha sido una fuerza para la provincia o la región durante estos últimos meses. Hermana Sophie

El 22 de enero de 2024, las miembros de la Conferencia General dieron una vuelta al mundo de la CND a la velocidad de la inteligencia artificial. Asimismo, las provincias y regiones compartieron con la asamblea lo que han vivido como “fuerzas y energías nuevas” en 2023.

Para mí está claro que, aunque avancemos en edad en nuestras “viejas” provincias e incluso en nuestras vulnerabilidades, el milagro de la energía se renueva de diferentes formas. En las líneas siguientes explicaré cómo me maravilló lo que vi y escuché ayer.

Me he maravillado de la formación espiritual continua de nuestras hermanas después de sus numerosas experiencias apostólicas, de la práctica contemplativa de la conciencia plena, de sus esfuerzos por promover la justicia, la paz y la integridad de la creación, y de su escucha atenta de las voces indígenas.

Y, además, ¡de los hermosos jóvenes presentes en la JMJ que inspiraron a las personas mayores de la CND! Estas últimas permanecen abiertas al cambio en su vida personal, comunitaria y misionera, y se dejan interpelar por las situaciones que se presentan en todo el mundo: “Como religiosas, ¿qué tenemos que ofrecer al mundo de hoy?” “Con otras congregaciones, ¿cómo responder a la violencia generada por las armas de fuego?” El espíritu misionero continúa muy vivo en la CND, ¿puede ser que Marguerite Bourgeoys forme parte de él?

¡El espíritu de la Visitación, es viejo desde el tiempo de María, desde el siglo XVII y al mismo tiempo es nuevo! Se encarna en el diálogo, en el proceso de aceptación de nuestras realidades presentes y futuras, en la invitación a luchar contra el racismo, en el acompañamiento de las hermanas enfermas, en nuestros esfuerzos por alcanzar la justicia para todos los seres humanos. También me gustaría destacar la energía que suscitó la visita del equipo de liderazgo general a las dos regiones de la congregación.

Para finalizar, confieso que veo el Misterio Pascual en lo que vivimos en la CND. Misterio, sí, porque nos sorprende de muchas maneras en cada ambiente. Misterio, sí, porque nos invita a dejarnos llevar y arriesgarnos a algo mejor desconocido. Misterio, sí, pprque surge en la oración, en el diálogo y en la comunión sororal y eclesial. ¡Maravillada de Dios! ¡ALELUYA!