Encuentro “Giving Voice” (Dar voz)
Durante el mes de julio, en San Antonio, Texas, tres hermanas de cada una de las provincias de Norteamérica, cada una en diferentes etapas de formación, tuvieron una experiencia intercultural y monogeneracional. Aunque las hermanas de la Congrégation de Notre-Dame nos centramos y adoptamos intencionalmente nuestra intergeneracionalidad, esta fue una oportunidad para que las hermanas Christa, Libby y Violaine estuvieran juntas como hermanas menores de 50 años, antes y después de la reunión internacional “Giving Voice” de 77 hermanas de otras comunidades que también tienen menos de 50 años.
El tema del encuentro fue “Avivar la llama del don de la hermandad global”. Tuvimos el privilegio de tener como facilitadora a la hermana Griselda Martínez Morales. Desafortunadamente, debido al Covid ella no pudo asistir en persona, pero estuvo presente con nosotras por medio de Zoom. Cada día, durante 30 minutos, compartió con nosotras su sabiduría sobre lo que significa vivir como hermanas en el mundo de hoy. Compartimos en pequeños grupos y juntas como grupo completo para responder a preguntas como: ¿Cuál es nuestra llamada como religiosas y discípulas de hoy? Cuando reflexionamos sobre nuestros pilares esenciales de la vida religiosa (la oración, la comunidad y el ministerio), ¿qué nos da vida y qué nos deja intranquilas? ¿Cómo anhelamos vivir más plenamente cada pilar? ¿Cuáles son las fuentes fundacionales que más nos inspiran? Formar parte de un grupo creado por nuestras compañeras y para nuestras compañeras fue una experiencia muy estimulante. Reflexionar juntas sobre estos temas dentro de una estructura de liderazgo circular fue liberador, alentador y empoderador. Experimentamos la solidaridad entre mujeres de la misma edad con deseos similares que se enfrentan a desafíos y oportunidades similares.
En el encuentro, invitaron a Violaine a compartir su sabiduría sobre la vida religiosa en un panel con otras tres hermanas. Durante la celebración de la misa, Christa ofreció la homilía que había sido preparada por otra hermana llamada Christa, que no pudo asistir en el último momento (disfrutamos del sentido del humor de Christa sustituyendo a la otra Christa).
Salimos de estos tres días de encuentro con corazones ardientes para vivir más plenamente la hermandad global y la interculturalidad, para ser contraculturales sabiendo que esta llamada es poco popular, para ser reveladoras de la verdad, para ser proféticas, para vivir la sinodalidad dentro de nuestras comunidades y de la Iglesia Católica, para llevar el amor de nuestro discipulado como un regalo que debe ser compartido y escuchado.
Las tres llegamos unos días antes del encuentro y nos quedamos unos días después, alojándonos con la familia de Libby en San Antonio. Recorrimos las misiones de San Antonio, asistimos a una misa en el Santuario Little Flower (Pequeña Flor), fuimos a un pueblo de vaqueros y navegamos por el río Guadalupe. Comimos comida estilo TexMex todo lo que pudimos y asistimos a la presentación de un libro de sabiduría Sikh escrito por un amigo de Libby, llamado Simran Jeet Singh, titulado “The Light We Give” (La luz que damos).
Queremos expresar nuestro agradecimiento por el apoyo recibido de nuestra comunidad CND que nos permite permanecer unidas. Deseamos hacer un esfuerzo intencional por conectarnos más frecuentemente entre las provincias, deseando hacer crecer nuestro círculo de hermanas CND más jóvenes, que se encuentran juntas en proceso de formación.