La Congrégation de Notre-Dame toma acción a favor de la justicia social
La justicia social siempre ha estado en el centro de la misión de la Congrégation de Notre-Dame desde que fue fundada por Marguerite Bourgeoys en el siglo XVII. El “gran precepto del amor a Dios por encima de todas las cosas y al prójimo como a sí mismo” (Escritos de la Madre Bourgeoys) continúa siendo importante en las acciones de las hermanas y de las personas asociadas a la Congregación.
En un espíritu de colaboración y solidaridad, las actividades de justicia social se inspiran en la Orientación de Misión de la Congregación, los problemas urgentes de la sociedad y las llamadas a la acción del papa Francisco en su carta encíclica Laudato Si’. Estas actividades pueden tomar diferentes formas, a escala local o más general. Su objetivo es participar en la transformación de la sociedad por un mundo más justo y humano.
Las iniciativas son promovidas y apoyadas por la Red de acción por la justicia social, formada por las y los coordinadores y los comités de todas las regiones administrativas de la Congregación. Por medio de campañas de sensibilización, información, formación y acciones concretas, la Red busca renovar y reforzar el compromiso de las hermanas y personas asociadas de la Congregación para apoyar a las poblaciones vulnerables y actuar por el respeto del planeta. Las y los coordinadores de la Red se reúnen cada año para determinar las prioridades del año siguiente.
Por ejemplo, las hermanas de Canadá han dado los pasos necesarios para obtener la designación de Comunidad Azul basándose en sus esfuerzos de conservación del agua y su participación en programas y campañas ecológicas. Otras hermanas y personas asociadas acompañan a los recién llegados y apoyan a las mujeres refugiadas. Algunas han seguido un curso de formación voluntaria de 12 semanas desarrollado por la Universidad de Alberta que enseña la reconciliación con los pueblos indígenas. Varios grupos que recibieron la formación también se reúnen mensualmente con una persona mayor.
En Estados Unidos, las hermanas y las personas asociadas fueron recientemente a ayudar a las organizaciones que ayudan a los migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México. Además, con la ayuda de voluntarios, se creó un grupo de acogida en West Haven (Connecticut) para apoyar a los inmigrantes hispanos y ayudarles a integrarse a la sociedad. Las hermanas apoyan a otras organizaciones del país, en particular a las Hermanas católicas estadounidenses contra la trata de personas.
En Japón, las hermanas siguen trabajando en las escuelas fundadas por la Congregación. Se aseguran de que sus alumnos sean conscientes de los problemas ecológicos y sociales, los derechos humanos y la situación de los trabajadores extranjeros en el país. Las hermanas voluntarias y los estudiantes de secundaria también han creado una línea de crisis. Las hermanas también colaboran con el Consejo católico japonés para promover la justicia y la paz, y apoyar a los trabajadores extranjeros.
En Centroamérica, las hermanas participan especialmente en la lucha por proteger el acceso a fuentes de agua limpia. También colaboran con la Red jesuita con migrantes en Guatemala, y llevan a cabo acciones para luchar contra la trata de personas en el contexto de la migración. Las hermanas también acompañan a mujeres y jóvenes en sus visitas a los hogares.
En Camerún, la Congregación llevó a cabo varias iniciativas de plantación de árboles. Además, iniciado en 2003, la misión del Proyecto OK Clean Water es hacer accesible el agua potable conectando los sistemas de distribución existentes o creando nuevos. El proyecto también forma a la población local en el mantenimiento y la durabilidad de estas infraestructuras. La Congregación también contribuye con la Comisión de justicia y paz de la diócesis de Maroua-Mokolo, en la región del Extremo Norte de Camerún, y por tanto, con los esfuerzos para acabar con la violencia hacia las mujeres y la resolución de conflictos de carácter confesional en esta región. Por su parte, el Centro Marguerite Bourgeoys lucha por la autonomía de la mujer y contra la trata y explotación de las personas. El Centro ofrece cursos cortos de formación en costura y peluquería, así como acompañamiento espiritual.
Una hermana de la Congrégation de Notre-Dame también forma parte del consejo de UNANIMA Internacional, una organización no gubernamental (ONG) fundada en Nueva York por una coalición de congregaciones de religiosas con estatus consultivo especial ante el Consejo económico y social de las Naciones Unidas. A través de su labor en diversos grupos de trabajo y foros, UNANIMA Internacional trata de promover los intereses de las mujeres, los niños y las niñas, así como los de los inmigrantes y refugiados. UNANIMA Internacional también lucha por proteger el planeta.