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Paula Maher, CND

Estimadas hermanas y personas asociadas,

¡Estoy muy feliz de unirme a nuestras hermanas y a las personas asociadas de la Congregación de Notre-Dame de la región Nuestra Señora de Guadalupe, así como a toda la CND por la celebración del 60o aniversario de peregrinaje de la Congregación en Honduras!

Agradecida infinitamente al Dios de la vida por el tiempo de gracia y por las bodas de diamante. (1962-2022)

¡Felicitaciones a todas/os por esta celebración especial del 60o aniversario!

¡Fue un regalo muy especial para mi vivir varios años en Honduras con las hermanas, las personas asociadas y con el pueblo!

Respondí con alegría las llamadas de nuestra líder regional CND en varias misiones realizadas en Honduras (2000-2008).

Antes de ir de misión a Honduras, participé en varias misiones en Guatemala. Estoy muy agradecida con Dios y con nuestra CND por el regalo y privilegio especial de haber vivido en misión con nuestras hermanas y el pueblo de Guatemala (indígenas y latinos).

Algunas de las misiones a las que fui llamada en Honduras fueron:

San Luis, Amarateca y Campo Cielo

En San Luis, Honduras, nos pidieron a mi y a otra hermana de la CND ser las administradoras de la parroquia católica de San Luis. No había un sacerdote residente por lo que un sacerdote pasionista vecino de Colinas ofrecía misa los fines de semana a los feligreses de San Luis.

Fue una bendición y una alegría acompañar a los feligreses en sus actividades, programas, días de retiro, etc. También estuvimos presentes para apoyar al grupo de hombres del "taller especial" de la parroquia. El taller llevaba años funcionando, llamado "El Taller de Nazaret".       El taller de esculturas y artesanas de madera fue creado años antes de la década de 1970, por algunas de nuestras hermanas CND y algunos sacerdotes pasionistas. Algunos hombres de la parroquia de San Luis continúan realizando trabajos de tallado en madera para conseguir el sustento de sus familias.

Los trabajadores venden sus tallados de madera terminados en pueblos y en una ciudad cercana. Muchos diseños de los tallados en madera fueron dibujados o interpretados por nuestras hermanas para ayudar a los talladores en su trabajo. Entre los numerosos tallados creados se encuentran las imágenes que representan a Sta. Marguerite Bourgeoys, la Visitación, etc., que fueron enviados a nuestra Casa Madre CND, en Montreal. La venta de los tallados sirvió para apoyar a las familias de San Luis, Honduras y sus alrededores.

A principios de 2002 me pidieron que ayudara en nuestra Casa Provincial en Tegucigalpa cuando nuestras hermanas se preparaban para trasladarse a nuestra nueva Casa Provincial recientemente construida en Amarateca (a una hora de Tegucigalpa). La nueva casa permitió disponer de más espacio para las reuniones de nuestras hermanas y personas asociadas, los retiros, los encuentros vocacionales y juveniles, etc. y para el equipo de liderazgo de la región Nuestra Señora de Guadalupe. (Honduras, Guatemala y El Salvador). Poco después del traslado a Amarateca, en noviembre de 2002, muchas de nuestras hermanas de la región llegaron y se unieron en oración y en procesión, mientras dábamos gracias a Dios, a Marguerite y a María, que habían acompañado a las hermanas y a los trabajadores durante el tiempo de construcción, y por tener esta nueva casa para seguir llevando a cabo la misión de la CND y con el pueblo. ¡Un día lleno de alegría! ¡Gracias a Dios!

Estuve en misión con mis hermanas de Amarateca durante cuatro años. Viajaba en autobús durante los días de la semana para acompañar a los jóvenes de la calle, entre 11 y 16 años, que habían estado consumiendo drogas y vivían en un "Hogar Seguro" que fue organizado por la Municipalidad para ayudar a los niños de la calle en el área llamada, "Belen", cerca de la ciudad de Tegucigalpa.

¡Fue una alegría y una bendición estar con estos jóvenes y trabajar con ellos! Vivían una realidad muy difícil con pocas esperanzas de un futuro mejor. Compartimos diferentes actividades que disfrutaron y se mostraron felices de continuar con un programa adaptado de matemáticas básicas, compartiendo valores, salud, drogas y su experiencia de vida en la calle.

¡Doy gracias a Dios por haber tenido la oportunidad de compartir y de ser parte de estos niños!

Las hermanas y las personas asociadas de la Congregación de Notre-Dame participan en las actividades y en la vida de la parroquia (en las procesiones, posadas, funerales, bodas, sacramentos, etc.). Las hermanas colaboran con los padres salesianos de Don Bosco que atienden a las personas de la parroquia Campo Cielo.

En 2007, me pidieron que sustituyera a una hermana en Campo Cielo que había estado acompañando a los estudiantes adultos que participaban en un programa educativo, "IHER".

A principios de los años 70, una de nuestras hermanas promovió este programa educativo para los niños que vivían en las aldeas, lejos de las escuelas de los pueblos. Muchas familias no podían pagar el envío de sus hijos a los centros educativos porque no podían pagar la colegiatura de sus hijos. Este programa educativo se adaptó "para la radio" y los niños de todas las edades escolares de las aldeas lejanas podían escuchar al profesor y comunicarse con él por medio de la radio. Se proporcionó material educativo, cuadernos de trabajo, etc. Muchos niños pudieron terminar el grado 12 y graduarse. La hermana CND que promovió el programa durante varios años se ocupó de que los estudiantes recibieran sus materiales y se desplazaba a las aldeas para ayudar y animar a los alumnos en sus estudios. Este programa fue una bendición y un regalo para todos los niños que vivían lejos de las escuelas. ¡Gracias a Dios!

Tuve el privilegio de acompañar a los alumnos adultos que acudían a las clases los fines de semana a la escuela de Campo Cielo. La mayoría estaba trabajando en su GED (programa de equivalencia de estudios secundarios).

Trabajé junto con un profesor que había trabajado con estos estudiantes en el programa IHER. Fue una alegría ver el entusiasmo de los estudiantes que deseaban aprender y completar susus estudios. 12. Algunos pudieron ir a la universidad. Otros trabajaron para pagar una educación posterior y ayudar a sus familias.

¡Los años que viví en nuestras misiones CND con nuestras hermanas, las personas asociadas y el pueblo, fueron años que marcaron mi vida para siempre! ¡Gracias a Dios!

Me conmovió profundamente observar el amor, el aprecio y el compartir sobre Sta. Marguerite por parte de nuestras personas asociadas de la Congregación de Notre-Dame de la región Nuestra Señora de Guadalupe. Ellos, así como las personas asociadas en toda la Congregación, me enseñaron/enseñan a apreciar mucho más a Sta. Marguerite.

Una hermana de la CND escribió que la semilla del amor a Dios, al prójimo y a Sta. Marguerite fue plantada hace años por las hijas de Sta. Marguerite en los corazones de las hermanas latinas y en los pueblos pobres.

¡Sí, la semilla ha crecido y sigue floreciendo por la gracia de Dios!

Gracias a nuestras hermanas latinas y las personas asociadas CND que con mucha fe y esperanza están apoyando el pueblo con Dios, nuestra Madre María y con Sta. Margarita.

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Paula Maher, CND