Marie-Marcelle Desmarais nació en Montreal en 1942. Estudió el curso clásico en el colegio Regina Assumpta, fundado en 1955 por la Congrégation de Notre-Dame. Lorraine Caza, CND enseñó en este colegio a principios de los años 60. Ella se recuerda que había un «ambiente de vida abierto» en el que participan «algunas maestras de menos de 30 años (…) muy orgullosas de su joven colegio. Ellas ven allí la posibilidad de dar un nuevo soplo – el de la Revolución tranquila – a la educación quebequense. La hermana Lorraine se recuerda también que había estudiantes muy dinámicas y conscientes de las dimensiones sociales y políticas de la existencia. Entre estas estudiantes prometedoras… Marie-Marcelle Desmarais.
De adolescente, Marie-Marcelle soñaba con consagrarse al servicio social. Se abrió poco a poco a la opción de una vida religiosa misionera, descubre con entusiasmo a Marguerite Bourgeoys y su vida «viajera». Su opción está clara: entrará a la Congrégation de Notre-Dame aunque eso supone entregarse a la educación en vez del servicio social. Después de su postulantado y noviciado de 1963 a 1965, ella recibe con alegría la oportunidad que le da la Congregación de estudiar servicio social en la Universidad de Montreal. Finaliza su tesis de maestría con una experiencia en la polivalente de la Cité de los Jóvenes de Vaudreuil, el primer proyecto-piloto polivalente. Esta experiencia la sensibiliza a la necesidad de ayuda que tienen los jóvenes.
Al finalizar sus estudios, una religiosa de la CND la invita a presentar un proyecto que pueda responder a las necesidades sobre el terreno. Con apenas veinticinco años, Marie-Marcelle empieza a concebir el proyecto de un lugar de educación comunitaria. Luego, Julienne Auger, CND, formadora de las futuras maestras de la Escuela Normal de la Congrégation de Notre-Dame, se une a ella para elaborar el proyecto. Presentado al Capítulo General de 1968, el proyecto educativo experimental fue aceptado. Es así como se cofunda en 1968 la Escuela Comunitaria – que cambiará de nombre en 1974 por Relance Jeunes et Familles. Esta obra caritativa trata de dar a todos los niños de un sector desfavorecido, el Centro-Sur, oportunidades iguales en la vida ayudándoles a desarrollar sus propias fuerzas interiores. El mandato también incluye a los padres.
A lo largo de los años, el organismo llegó a ser una referencia en intervención psicosocial y suscita la admiración del gran público. A tal punto que una sicóloga de fama internacional propone una colaboración al reconocer el éxito de Relance. Ella es Jeannine Guindon que fundó el Instituto de Formación Integral de Montreal (IFHIM). De hoy en adelante, la Relance integra las herramientas de la disciplina de la psico-educación conceptualizadas en la Universidad de Montreal por Jeannine Guindon.
En 1977, por diversas razones incluida la desclericalización que toca la Relance, la hermana Marie-Marcelle pone su renuncia. En 1991, el organismo pasa a manos de los laicos, pero la misión y los valores quedan los mismos. La Congrégation de Notre-Dame sigue manteniendo su apoyo financiero, así como un puesto en el consejo de administración.
En 1984, la hermana Marie-Marcelle llega a ser la directora general del Instituto de Formación Integral de Montreal, continuando la obra de Jeannine Guindon. Después de haber contribuido durante mucho tiempo al desarrollo psicosocial educativo de los niños, adolescentes y padres de familia, ella trabaja ahora en la restauración de las fuerzas vitales de los estudiantes del Instituto. Estas son personas que vienen de países desprovistos y son apadrinadas para venir y formarse en el Instituto para poder hacerle frente a las situaciones difíciles de su país de origen.
Es el genocidio del Ruanda en 1994 el punto de partida de su contribución al trabajo por la paz. Ella había visitado este país varias veces sin adivinar que había dificultades. Sin perder tiempo, cuando estalla el genocidio, ella trata de «reunir personas formadas que se encuentran en los países vecinos para que contribuyan en la restauración de las personas tocadas por este horrible drama». El programa de restauración de las fuerzas vitales desarrollado en el Instituto, son verdaderos multiplicadores en sus lugares, trabajan en la formación de «constructores de puentes de paz». Poco a poco, varias familias se comprometen en el proceso y llegan a ser ellas mismas «familias de paz».
La hermana Marie-Marcelle se implica de nuevo después del terremoto en Cachemira y Pakistán en octubre 2005 y luego en el seísmo de enero 2010 en Haití, en dónde establece equipos de exalumnos para que trabajen en la reconstrucción del país. En 1990, trabaja también en Honduras con un grupo de oficiales de las fuerzas armadas. Más reciente en el Líbano en los campos de refugiados sirios y en Egipto para construir puentes de paz entre musulmanes y cristianos. En todo, ella fue llamada por más de cuarenta países que tienen «grandes desafíos» para ofrecer sesiones, seminarios y conferencias. El trabajo de Marie-Marcelle ha sido descrito como una «nueva forma de trabajo humano». Además de los textos que ha escrito para las publicaciones del IFHIM, ella ha publicado más de veinte artículos en una docena de revistas.
Premios
- En 1997, la hermana Marie-Marcelle Desmarais recibe el premio «Georges Perras»por la fundación de la Relance.
- En 2011 y 2012, ella es finalista para la Medalla de la Paz del YMCA de Quebec en la categoría «Voluntaria de la paz».
- En 2014, ella es Laureada del Premio del Público por la Paz.
Fuentes
Isabelle Burgun, Histoire de La Relance Jeunes et Familles et de son héritage dans le quartier Centre Sud de 1968 hasta 2018.
Françoise Deroy-Pineau, Lorraine Caza. Femme de prière, femme d’action, Montreal, Médiaspaul, 2015
Marie-Claude Lalonde et Robert Lalonde, Une initiative de Dieu. Histoires de religieuses exceptionnelles. Montréal, Aide à l’Église en Détresse, 2017.
Hommage à Marie-Marcelle Desmarais. Un leadership au service de la vie.