Visita oficial a la provincia Maria
El jueves por la mañana, visitamos el cementerio donde descansan nuestras hermanas. Fue un momento profundamente conmovedor. Rezamos, encendimos incienso y cada una de nosotras colocó una vela en la lápida, ofreciendo una intención por nuestras predecesoras. Imagino que también recordamos a todas las innumerables personas que nos han precedido, hasta llegar a Dios.
Por la tarde, antes de nuestra reunión con el grupo Sakura, un grupo de voluntarios dedicados a la escucha activa, visitamos la Sala del Patrimonio, guiadas por la hermana Mitsuko Yamaguchi. Al entrar en la sala, una no puede evitar sentir la historia de la CND en Japón. La voz de la hermana Mitsuko, como la de una poetisa, nos transportó en un viaje a través de la Segunda Guerra Mundial, los huérfanos acogidos por las hermanas, la sabiduría de la hermana Rose Cauchon con sus hermanas, las primeras hermanas japonesas y la misión compartida con las hermanas de Canadá y Estados Unidos, y todo el trabajo de escucha y acompañamiento de los nuevos profesores y alumnos que continúa en este lugar… Este es un lugar donde uno siente que pisa tierra sagrada, lleno de energía positiva y de historias sobre el ser humano, la educación liberadora y el carisma de Marguerite Bourgeoys.
El grupo Sakura de escucha activa está compuesto por casi 61 voluntarios formados, quienes hoy atienden a personas mayores, personas solteras y familias monoparentales. Este grupo nació hace más de diez años, cuando la hermana Kayoko Shibata tuvo la visión de crear este grupo. Hoy en día, estos hombres y mujeres han cruzado las fronteras de Fukushima para compartir su enfoque de acompañamiento y apoyo a las personas necesitadas. Algunas de estas personas nos compartieron sus experiencias como voluntarios de escucha activa. El tiempo que pasamos juntos fue profundamente enriquecedor y edificante. Aprendimos que escuchar no consiste en dar consejos ni emitir juicios, sino en compartir nuestras propias experiencias de vida con los demás.
La última actividad del jueves 3 de abril fue una visita a pie al Palais Royal, una residencia para personas mayores a pocos minutos de la comunidad de Fukushima donde viven algunas de nuestras hermanas. Allí fuimos recibidas con mucha alegría por tres perlas de mujer, las hermanas Hinako Imaizumi, Reiko Yasuda y Keiko Mine. Ellas nos obsequiaron tulipanes de papel hechos por la hermana Keiko, además de ofrecernos cantos y música.
Lo más importante es que todas estas personas siguen conectadas y al tanto de lo que sucede en la CND. Verdaderas misioneras de nuestro tiempo. ¡una gran bendición!
Ellas continúan llevando a toda la Congregación en su ministerio de oración, gratitud y alegría. Son un modelo por seguir para todas nosotras.