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Viviendo el Coronavirus-19

Durante este tiempo de “confinamiento en casa” en los focos del coronavirus, somos vulnerables con los vulnerables. Por la edad, el ministerio y las circunstancias, no pasa un momento en que uno no sea consciente de vivir con este invitado no deseado y que amenaza la vida. Debido a la ubicación geográfica y a la edad, todas las hermanas de nuestras comunidades locales deben confinarse en sus lugares. A mi mente vienen tres hermanas. Una dirige un refugio grande para adolescentes abandonados. La vida transitoria de estos jóvenes victimizados requiere que el personal siga los protocolos de cuarentana para el Covid-19, ya sea en el trabajo o en la casa. Otra hermana es la capellana de un hospital de alto riesgo en el centro de la ciudad. Aunque en este momento no se les permite tener contacto directo con los pacientes que tienen Covid-19, cuando está de guardia, su ministerio es parecido al del personal de salud ya que se ocupa de la pérdida de pacientes, la enfermedad y la muerte de sus compañeras y compañeros de trabajo. En algunos casos, los problemas de exposición en el trabajo o en la casa puede significar que una hermana no pueda regresar a la comunidad local durante el confinamiento. Y por último, otra hermana trabaja en el ministerio pastoral con las personas mayores en una parroquia grande, 400 de las cuales están en sus ochentas. Antes del “confinamiento” la mayoría de su trabajo lo realizaba con visitaciones en persona a sus hogares u hospitales. Esta hermana es una de las muchas que trabaja desde casa estos días porque nuestras oficinas están cerradas. Típicamente, todo su ministerio lo hace por teléfono, cada llamada es un momento de revelación. Primero, la gratitud de que ella los llama, segundo, la noticia de que alguien ha fallecido por el virus, o ha dado positivo, o espera alguna otra crisis. Estos días no se permite la entrada de los familiares ni visitas en los hospitales, ni en las casas de personas mayores o de vida asistida.

¿Qué nos está pasando en este momento de conciencia global? Estamos aprendiendo. Estamos “tratando de evolucionar en una especia superior—una que realmente se PREOCUPA de la Tierra, una que realmente SABE que la compasión involucra acción, una que comprende el significado de que Todo está Conectado”[i]. En este 400° año del nacimiento de Marguerite, ella camina con nosotras.


[i] 26 de abril de 2020, Boletines de inmortalidad, Jan Phillips.